Es cuestión de semanas el poder escuchar de manera oficial el nuevo álbum de Madonna magistralmente titulado: "MDNA". Pocos lo han escuchado y puede que a unos les haya gustado y a otros no. Bueno, como es natural en la constante base fans compuesta por la comunidad gay de Madonna, han habido quienes, no pudiendo contener las ganas de concocer algunos detalles de su nuevo álbum, los han solicitado a diferentes medios.
¿Quién mejor que su representante a nivel mundial para calmar sus necesidades?.
Aquí una reseña de lo que Madonna nos tiene preparado, escrita por la revista inglesa; Attitude:
Hay un momento divertido al final del video para el sencillo, "Give Me All Your Luvin'", en el que Madonna arroja una muñeca de juguete fuera de cámara y lejos de su pecho. Esa no es una sútil manera de volver a empezar con su fiel audiencia de gays y chicas de buen parecer, en todo caso, termina siendo comicamente satisfactorio. La Madonna Fiestera está de vuelta y quiere hacernoslo saber.
En compañía de los productores Martin Solveig, Benny Benassi, The Demolition Crew y su viejo amigo, William Orbit, MDNA es una dosis de lo que ella sabe hacer mejor. Mientras que eso puede sonar a unicamente musica dance, hay más obra de Madonna en el de lo que parece.
"Girls Gone Wild", la canción pop más bailable del álbum, arranca con un referencia a "Act Of Contrition" de Like a Prayer. La producción puede sonar a que Madonna ha estado escuchando si quiera un tanto a Rihanna, pero, ¿a quien le importa?. Madonna muestra toda su autoridad mediante la creación de un tipo de canción himno de fiesta a su mejor estilo, el tipo de canción que desde tu sobrina de tres años hasta tu madre de sesenta, instiga a pisar la pista de baile. Gran parte de MDNA radica en el factor diversión, pero contrario a eso, es también un álbum obscuro. Si Like a Prayer fué su álbum del divorcio y Hard Candy, un álbum sufrido, claro reflejo de sus ganas de recomponerse mientras su relación con Guy Ritchie se hacia pedazos, entonces MDNA es un 'jódete' a su matrimonio, a la vida después de el, y en parte, a ella misma por perder su identidad en una relación amorosa. Ella ha venido para recapturar a la Madonna que es, y tiene demonios que matar...
El extrañamente titulado, "Gang Bang", nos muestra a Madonna cantando en un raro acento dramático acerca de tomar revancha de un amante que arruinó su vida. "Disparar a morir, disparar a mi novio en la cabeza... Iré directo al infierno... Tengo cientos de amigos allí. ¡Maneja perra, muere perra!" Es un poco estúpido, poco asombroso, un poco divertido y un poco jodido pero le da al álbum un ingrediente vital para el éxito de Madonna sobre todas sus contendoras.
El tema producido por Solveig, "I Don't Give A..." es uno de los momentos más fuertes del álbum que de seguro alborotará a sus oyentes cuando lo interprete en vivo durante su próxima gira. Empieza por narrar un día típico, se vuelve intensamente honesta, y es, como es usual por parte de ella, un 'cierra la boca' dirigido a sus críticos. La ames o la aborrezcas, Madonna se ha hecho de un nombre mostrándole el dedo medio a todo aquel que se interpuso en su camino. "Despierta, esta es tu vida, tienes hijos bajo tu cuidado, ve y haz planes por el teléfono, cita a la prensa, compra un vestido, haz todo esto para impresionar... haz diez cosas a la vez y si no te gusta, me importa un..." Es aquí donde ella hace referencia específica a su ex-marido. "Intenté ser la esposa perfecta... me puse bajo sometimientos... esto me tragó... si fuí un fracaso, me importa un...".
Este momento se ve prolongado por "Turn Up The Music", el cual empieza como una delicada balada donde ella le implora a su acompañante que se detengan por un instante para escapar del mundo através de la música. Puede sonar trillado pero hay urgencia en su simplicidad. Este se convierte en el momento más vibrante del álbum, alcanzando un climax que intenta, a toda fuerza, volar los altavoces. Algunos pueden encontrarlo extraordinariamente génerico, pero ella lo hace dominio suyo y sus fans estarán felices de tener un entremés de discoteca que hará temblar los clubes, y que podría felizmente encontrar un espacio en los próximos capítulos de Glee.
Uno de los puntos más altos, ya casi llegando al final del disco, es "Superstar", de seguro la canción más dulce que Madonna ha lanzado después de "Cherish". Da piruetas, un himno de verano digno de ser escuchado con la parte superior del auto levantada, una serenata de hipnotizantes coros dedicada a un amante nuevo. Es una canción simple, linda, perfecta para ser cantada durante sus nuevos conciertos de verano, y debería, definitivamente, ser un sencillo. MDNA termina, como todos los álbums de Madonna lo hacen, con profunda melancolía, desde el tema producido por Orbit, "Falling Free", una de las canciones más tristes que ha escrito en su vida, pasando por el confesional "I Fucked Up", tema extraído de la versión de lujo del álbum, acompañado por "Beautiful Killer", un tributo divertido, de sonidos ochenteros en honor al actor francés, Alain Delon.
En general, puede que no tenga la intensidad pop de Confessions, no sea específicamente nuevo o experimental para el gusto de los críticos de música, pero es divertido, jodido, bailable y lleno de drama. Es lo que sus fans han estado esperando: Una cantidad suficiente de álbum que la ponga de nuevo allí, en posición jaque mate en contra de Lady GaGa, quien, contraria a su brillantez, no te da canciones que sean tan fáciles de bailar como estas sí lo son. ¿Es aún Madonna 'la reina' como en un momento determinado Nicki Minaj afirmó?. Basados en la fuerza de MDNA, es difícil darle la contra.