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La nueva era musical de Justin Bieber ha tenido un punto de partida bastante regular en lo referente al vídeo musical de su nuevo primer single, "Yummy", del que de seguro muchos esperábamos que sería una gran puesta en escena digna de una de las superestrellas pop más grandes de la historia, y que sin embargo, a pesar de todas las carencias, posee momentos bastante divertidos que de seguro han de gustarle y mucho a su enorme fanaticada, que no mucho al público ajeno.

La temática del vídeo, dirigido por el iraní Bardia Zeinali, el mismo de "Dance To This" de Troye Sivan y Ariana Grande, comienza asemejándose a una velada cualquiera en un restaurante de lujo, con Justin compartiendo apetitosos potajes con desconocidos cuyas actitudes, sumadas a las del cantante, aportan momentos de cierto humor enérgico que terminan por asentarle una atmósfera de completo relajo en al material, que para variar se ve más caricaturizado por el uso de abundante color rosa en él entre manteles, cortinas, paredes, luces, lámparas, y, por supuesto, las prendas y pelo de Bieber.

El momento cumbre del clip vendría definitivamente casi al final del mismo con un Justin bailando en compañía de un elenco de baile, él por encima de una mesa al igual que ellos. No hay impostación aquí de su parte, el lenguaje corporal del cantante es el mismo del que siempre se ha jactado desde los tiempos de "One Time", solo que ahora naturalmente se le ve más crecido, pero igual de carismático.

El de "Yummy", por alguna razón, y no creo ser el único al que le pasa, me termina recordando mucho al vídeo de "Bon Appetit" de Katy Perry. La gran similitud, incluso en los efectos de la comida moviéndose, entre otros trucos de sonido, se funden bien entre sí para darle un sentido de mayor elocuencia al título presentado.

En resumen, Justin se mantiene aquí en el personaje, que no difiere mucho de su personalidad de chico carismático amante de las poleras y esa actitud de artista hip-hop, en un vídeo bonito pero quizás muy obvio, y sin un guión original en sí. Lo mejor de "Yummy", en definitiva, es ver en él a un Bieber aparentemente sano y con ganas de hacer las cosas bien. Él puede darnos mucho más, no obstante.