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El próximo 18 de mayo se llevará a cabo en la ciudad de Tel Aviv, Israel, una edición más del certamen intercontinental de música europea conocido como Eurovision. Entre algunos de los artistas que se ha confirmado que actuarán en la final de dicho concurso figuran hasta el momento uno que otro ganador de anteriores galas; Eleni Foureira, representante de Chipre quien quedó semifinalista en 2018... y la gran reina indiscutible del pop Madonna.

La presencia de la autora de "Like a Virgin" en Eurovision la cual ha sido confirmada en el transcurso de hoy por Israel Hayom y la propia Live Nation Israel viene antecedida por una negociación que no parece haber sido nada fácil entre la artista y los organizadores del evento, quienes no queriendo costear el monto de un millón de dólares solicitado por la diva a manera de honorarios, tuvieron que poner esta responsabilidad en manos del multimillonario israelí Sylvan Adams, quien después de todo se hará cargo de ello.

Tan beneficioso para Madonna ha de haber sido el acuerdo final, aseguran los medios citados, que ella tendrá la absoluta libertad de cantar dos canciones durante su esperada puesta en escena, para lo cual Madge habría elegido interpretar uno de sus temas ya conocidos además de una pista inédita, pudiendo esta tratarse muy convenientemente del primer single de su nuevo disco que por alguna razón ha sido calificado por los medios, citando siempre a fuentes confiables, de "bastante político". Este último es otro factor que pudo haber puesto en riesgo la visita de M al concierto de clausura de Eurovision, que al ser realizado este año en Israel, y teniendo en cuenta el pasado histórico de sus habitantes, no dejan de representar un freno importante para manifestaciones de este tipo -llámense de alcance político- en dicho territorio.