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Alejada ya de todo el inmenso ajetreo que vivió de cara a la pasada entrega del Oscar, galardón al que fue nominada en calidad de actriz principal por su destacada participación en la cinta "Ha nacido una estrella", Lady Gaga dejó un espacio abierto entre sus compromisos como atracción especial de su propio show de residencia en Las Vegas con el fin de acudir de la manera más casual posible tratándose de una superestrella de su calibre y por sorpresa a un bar ubicado en pleno corazón de Hollywood, donde no solo compartió breves momentos con los asistentes a dicho recinto -el Black Rabbit Rose-, sino que además honró al respetable con una interpretación de dos clásicos bastante reconocibles de la música americana: "Call Me Irresponsible" y "Fly Me To The Moon". Vea: