Dispuesta, como siempre, ha brindarnos titulares picantes y cargados de cierta maldad, Madonna no dudó ni un segundo en sugerir, en entrevista para The Boston Herald, su total inconformismo con la Casa Blanca, la cual, dice ella, no ha tenido hasta el momento la amabilidad de invitarla a sostener una conversación cordial con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El motivo que postula Madonna para que el gobierno de ese país se haya negado a darle tamaño privilegio -cabe resaltar que Madonna es una gran admiradora de Obama-, es el que ella no se encuentre al nivel de una Beyoncé, pareja sentimental del rapero Jay Z, condición, a su parecer, aparentemente imprescindible para ganarse el acceso a dicha invitación. "Quizá si Jay Z me tomara como su segunda esposa...", se lamentó la artista.