LADY GAGA

Se podrían decir tantas cosas acerca de Madonna, pero nunca que fue una artista mediocre que a fuerza de vender su arte, se hubiese visto a sí misma creando música como quien dice 'a cómo salga'. Prueba de ello tenemos hoy en día piezas tan valorables como la grandiosísima "Like a Prayer", disco de Madonna calificado por muchos como el mejor, y que el pasado 21 de marzo cumplió, creálo, 25 años de lanzado. Toda una vida para alguien que, a pesar de no haber podido alcanzar tal grado de madurez en discos posteriores (todos los venidos ni bien terminada la afamada 'era clásica de Madonna'), se mantiene firme ante el embate del tiempo, gracias, en gran medida, a éxitos como esta mítica gran "plegaria", que eso es lo que significa 'prayer'.

Como habrán podido ver, el presente ha sido creado con la mera intención de celebrar, y solo celebrar, el lanzamiento de uno de los mejores álbumes pop de los cuales el mundo haya tenido conocimiento jamás. Dicho esto, a ver cuánta justicia podemos hacerle a los temas en el incluidos. Ojalá y sea mucha porque definitivamente el disco se lo merece.

Celebrar es una invitación al recuerdo, y qué mejor para uno que recordar aquella etapa en que Madonna lo era prácticamente todo en el panorama pop hasta hace poco gobernado por el siempre vigente Rey del Pop, Michael Jackson. Si bien el citado había creado exactamente 7 años atrás el primer gran vídeo de la era musical (¿verdad que no hace falta que digamos cuál?), Madonna por su parte se encargaría de dotar a la industria (por medio del vídeo de "Like a Prayer") de un poder que nunca antes había conocido ésta jamás pero que más tarde explotaría como si no existiese un mañana, y lo que es peor, con tanta saña que hasta elegancia terminaría por restarle al asunto: el muchas veces criticado formato con alusiones religiosas. Que nos quemen vivos si no fue "Like a Prayer" el primer y último vídeo cuyo mensaje vinculado a lo religioso creó tanto o más gusto de ver que el nada placentero hecho de ver a una simple mortal jugando a ser la concubina de Dios.

Play: Like a Prayer

Play: Express Yourself

"Express Yourself" por otra parte, y de eso estamos seguros, ayudó a que muchas jovencitas de la época aprendieran a sentirse más a gusto con sí mismas y seguras de estar tomando las decisiones correctas, esas que dudas estar aplicando cuando el novio en cuestión empieza a mostrar señales de estar perdiendo las ganas de seguir conquistándote (que a las mujeres se les conquista siempre), y donde el único camino que te queda por tomar es el de hacerle entender que si empieza a dar todo de sí, te pierde pero al instante, y tú, feliz, te vas con uno mejor. Porque, como bien dice la canción, nena, tú no te mereces ocupar el segundo lugar en el corazón de nadie. Un pensamiento que, si bien de manera más violenta, tipo 'era su vida contra la mía' revive más tarde en el disco con una representación fastuosísima de un infierno en pareja por medio de la grandiosa "Till Death Do Us Part", un antecedente ochentero de lo que más tarde disfrutaríamos hasta la saciedad cortesía de Eminem y Rihanna en "Love The Way You Lie".

Play: Till Death Do Us Part

La línea en "Like a Prayer", si bien hasta el momento fuerte y provocadora, va disminuyendo en cuestiones de minutos hasta llegar a una especie de paraíso cálido donde no hace más que reinar la tranquilidad, la infancia robada y de pronto recuperada por la intérprete ("Oh Father" y "Dear Jessie", escuchar en ese orden, por favor), y más esperanzador aún, en su amor por la familia y lo importante que es mantenerla a flote a pesar de los infinitos contratiempos sucedidos y por suceder, porque imposible tratar de esquivarlos sin salir heridos a causa de ellos (en "Keep It Together").

Play: Dear Jessie

Play: Oh Father

El romance, por otra parte, se ve magníficamente estetizado por Madonna en canciones tan tiernas como esa magnífica joya que responde al nombre de "Cherish" y que por el solo hecho de sonar parecido a esa palabra en inglés, "cherry", o cereza, lo cual es lo mismo, recuerdo despertaba en mí cierta dulzura que conllevaría más tarde, a que se convirtiera en uno de mis temas favoritos, del tipo aquél que nunca paras de escuchar y que no dejas sino hasta después de un millón y medio de escuchas. A mí me pasó, en serio. Por otro lado, están también la dulce pero dolorosa "Promise To Try", y por último, sin ánimos de obviar "Love Song", esa invitación al sufrimiento casi homérico motivado por la pérdida de alguien que ya no está de nombre "Spanish Eyes", que es justamente eso: sufrimiento a flor de piel a causa del amor. Con el perdón de Dios que aquí también se le menciona, eso sí, como un amigo fiel y compasivo del dolor de una dama cuyo único pecado fue el de amar a un hombre de por sí honorable. La típica historia de amor que muchas mujeres desearían vivir por el simple hecho de querer experimentar qué se siente amar de verdad y no saber a ciencia cierta en qué ha de terminar el calamitoso destino del héroe en cuestión, adornada por una frase que yo considero inolvidable (sino la más fuerte del álbum) que dice algo así como "si Dios existe, que por favor me ayude a rezar". ¡Prohibido llorar!

Play: Cherish

Ya al término del disco hace su aparición "Act Of Contrition" que, como muchos otros temas posteriores de Madonna, retozaría en sí en su propia rareza. Un quiebre inevitable y algo brutal para un álbum que empezaba a sonar baladista, pero que debía terminar tal y cómo empezó: cómo diciendo "yo soy Madonna y estoy dispuesta a conquistar el mundo". Simplemente épico.