JUSTIN BIEBER

Este texto fue escrito en respuesta a este otro titular publicado en la web de The Sun, a manera de burla de quien apenas unos días antes acababa de fallecer.

Pocas veces un artista ha sido tantas veces criticado por su aparente condición de persona homosexual como lo ha sido el afamado ídolo juvenil, Justin Bieber. Partiendo desde su voz delgada y carita de niña en el vídeo de "Baby" (en su momento, el más visto de la web), hasta el evidente placer del que el cantante hace gala cada vez que publica una foto suya en la que aparece forzando todo tipo de muecas propias, algunas de ellas, de las féminas, Justin siempre ha sido sinónimo de lo que muchos llaman 'un gay a puertas cerradas'. A mí, desde luego, no me compete averiguar si Justin Bieber es o no gay, tampoco hablar de su vida privada, ni mucho menos armar titulares morbosos valiéndome de ellas para acrecentar el debate malicioso. Hago esto con el propósito de. Es aquí donde el telón cae y me muestro ante ustedes con el rostro descubierto para mostrarles con qué tipo de argumentos ridículos puede una persona equipararse para juzgar, maltratar, discriminar a alguien sin siquiera conocerlo. ¿La extrema bondad demostrada, un rostro fino y delicado, y la voz delgada son signos irrefutables para calificar a una persona de homosexual? No digo que no existan personas que reuniendo estas características, no lo sean. De hecho, las hay, y muchas. Pero no son todas. Ciertamente, he leído varios artículos como este, claro que el nivel de morbosidad en ellos resulta absolutamente incomparables (voluntaria o involuntariamente) a esta suerte de aclaración. El asunto es que puedo identificar cuando un lector gay se puede sentir ofendido cuando quien escribe quizá sin darse cuenta, da a entender que alguien puede sentirse 'gravemente OFENDIDO' por ser llamado gay. Desde mi punto de vista, esto no debería ser así. Y es que al igual que como hay hombres y mujeres a los que no le gusta que les vinculen con personas de su mismo sexo, existen también gays y lesbianas a los que no les gusta que les hagan lo mismo con el sexo opuesto. Muy en el fondo (y así debería ser) la verdadera ofensa (por llamarla de alguna manera) reside en ser tildado de algo que no se es. Porque el hombre ha vivido y de igual manera muerto tratando de alcanzar el respeto y reconocimiento de la sociedad que lo rodea. Por último, ¿no han sido ya demasiadas desgracias las sucedidas a lo largo de la historia como para continuar con el odio hacia las personas homosexuales?

Termino estas líneas pidiendo disculpas a todas aquellas fanáticas de Justin Bieber que no hayan visto con buenos ojos el que haya puesto la imagen de su ídolo para dar vida a este texto, pero es que el asunto tiene mucho que ver con él. Ya saben, por ser una de las principales víctimas (al igual que el arriba citado por medio de un link) de la homofobia reinante en el pensamiento troglodita de muchas personas (incluyendo la propia comunidad LGBT, vaya contradicción). Dicho esto prometo no escribir más artículos de este tipo, al menos no de manera tan extensa. Me despido no sin antes rendirles las gracias debidas por el tiempo invertido.

Play: Beautiful, cortesía de Christina Aguilera