Así fue como empezó todo [leer].
Visiblemente, aquí alguien muere por tener algo de notoriedad, sin importar que esta, en lugar de ser generada apartir de su música, lo sea por verse envuelto en una pelea con jovencitas y jovencitos mucho menores que él.
La pelea no tiene cuando acabar. Ahora es Patrick quien provoca a los fanáticos de Justin Bieber.
Puede, por momentos, causar algo de gracia, pero lo que sí no está en discusión es que Patrick Carney no es ni volverá a ser más del agrado del enorme círculo de admiradores de Justin Bieber. Él parece estar divirtiéndose jugándole bromas pesadas a las beliebers, pero, como en toda situación tensa generada por un ofensor testarudo hasta la ceguedad, el omite que lo mejor sería dejar de provocar a quienes se sintieron ofendidos por sus declaraciones.
Al parecer, alguien aquí tiene el ego tan grande que le impide pedir disculpas por lo sucedido y que lejos de mostrar algo de madurez (Patrick tiene 32 años), se dedica a fastidiar a jovencitas/os quienes, como cualquier otro fanático, no dudaron un solo segundo en sacar cara por el único agraviado de la historia, Justin.
El que Patrick haya cambiado su nombre en Twitter por el de Justin Bieber 2.0 y se haya pasado las últimas tres horas, molesta y molesta a las fanáticas de Justin, demuestra cuan contradictorio todo esto puede ser. Ahora quien alimenta el odio es él.
En cuanto a lo de si Justin merece o no un Grammy, eso sólo el tiempo lo dirá.