Lo realizado ayer por Beyoncé en el Superdome de Nueva Orleans fue, en muy pocas palabras, epicidad pura. La cantante no sólo ofreció un popurrí de sus mejores temas, entre ellos, "Love On Top", "Crazy In Love" y "Baby Boy", lo cual fue durante incontables ocasiones aclamado por su enorme cantidad de fanáticos alrededor del mundo, sino que lo hizo y lo hizo bien, habiendo presentado casi un centenar de canciones, mediante las cuales llenó de energía y de talento una plataforma rodeada de Beyhives, quienes, sin poder creer lo que ocurría delante de sus ojos, lanzaron gritos de emoción en el momento justo en que las luces se apagaron para darle paso a las tres integrantes de las Destiny's Child en el momento más glorioso de su representante más exitosa. Verlas a todas ellas, bailar en conjunto la coreografía de "Single Ladies", fue el deleite para la audiencia, quizá el momento cumbre de toda la velada.
Beyoncé se despidió del escenario no sin antes agradecerle a los organizadores del evento y al público, la invaluable oportunidad de haber podido presentarse ante millones de personas alrededor del mundo.