Fuentes más que cercanas a Britney Spears aseguran que la diva y su equipo de trabajo se encuentran actualmente negociando un acuerdo que mantendrá a la intérprete de "I Wanna Go" ocupada llevando a cabo, noche a noche, durante el lapso de un año, una serie de conciertos como parte de su propio espectáculo en el Caesars Palace de Las Vegas, Nevada.
De llegar a un acuerdo definitivo, la afamada Princesa del Pop se estaría presentando en el conocido establecimiento dos veces por semana generando, según E!, la suma de 2 millones por dichas presentaciones, haciendo un total de 48 millones por 40 semanas de conciertos al año. Poniendo a la artista de 31 años al nivel de las legendarias Celine Dion y Cher, ambas habiéndose presentado en el mismo lugar, Celine cobrando la suma de 100 millones de dólares al año durante 4 años consecutivos y algo más, y Cher la de 60 millones por 3 años de presentaciones. Si Britney firma un contrato con una duración parecida a la de Celine, estaría cobrando alrededor de 144 millones de dólares por tres años arduos de trabajo dentro del mismo escenario. Debemos dejar en claro que esto es mera especulación, ya que lejos de ser reducida la suma dirigida hacia la cantante, ésta podría incluso incrementarse.
Apesar de tamañas cifras, las cuales podrían beneficiar en mucho el proceso evolutivo de Britney, ya sea para sus presentaciones como parte de una gira mundial o mejores y más costosos vídeos, la enorme responsabilidad de llevar un show como este a uno de los escenarios más lucrativos en el mundo durante tanto tiempo, acarrearía consigo grandes problemas de estrés y abrumación en contra de la cantante de quien se sabe, tuvo que enfrentar graves problemas de desequilibrio mental hace más de 6 años los cuales pudieron incluso haberla matado.
No son pocos los fanáticos que desconfían de la estabilidad emocional de la ahora madre de dos niños sobre todo cuando se sabe de antemano de cierta cantidad de inconvenientes que la artista tuvo que hacer frente durante su estadía en el programa X Factor, en el cual se dice, solía pedir descansos de vez en cuando debido a su repentina indisponibilidad para seguir con el show. La repentina ruptura de su relación con su ex-novio y mánager, Jason Trawick, prevén significará un significativo declive en el carácter de Britney ya que durante más de dos años se los vio acudir juntos a cuanta ceremonia fuese invitada la artista.
Dada que la ruptura fue anunciada hace apenas unos días (viernes 11), no es de extrañarse que Britney no haya superado aún la sensación de sentirse algo deprimida. Una relación de más de tres años no es algo que se olvide en cuestión de días. ¿Podrá Britney equilibrar su faceta como artista y su faceta como madre y 'recuperar' el brillo con el que su carrera solía brillar hace tan sólo unos años? Esperemos que sí.