
El nuevo número de la revista Cosmopolitan tiene como portada a la gran Nicki Minaj. Quien iba suponer que después de tanto tiempo le iba a revelar algo tan triste acerca de su pasado a uno de sus corresponsales.
El éxito le sobrevino en dos enormes paquetes en forma de regalo, uno envuelto en "BedRock" en colaboración con Lil Wayne (primer gran éxito suyo y salto a la fama) y otro en "Super Bass". Una nueva estrella pop-rap había nacido, pero, sabía Nicki que después de tanto esfuerzo iba a lograr convertirse en lo que ahora es:
"Constantemente se me cerraban puertas en las narices. Sentía que nada estaba funcionando. Acababa de mudarme y aquí estaba, pensando que había llegado la hora de volver a casa. Era un callejón sin salida tras otro. Llegó un momento en que pensé, '¿qué pasaría si no despertara nunca más?', Así era como me sentía."
Felizmente no lo hizo. Y aquí la tenemos, única, brillando en territorio ajeno que de a pocos va haciendo suyo.