El poderío de Rihanna es innegable, es una de las pocas artistas que se atreve a llevar su sensualidad a su nivel más alto sin hacerla lucir vulgar.
El escenario que acogió a estas dos estrellas durante más de 4 minutos se vió plagado de momentos inolvidables, por un lado, el primer performance de "S&M", la canción de Rihanna que fué vetada en numerosos países por su alto contenido sexual y por el otro, Britney, la princesa del pop volvía a aparecer pero esta vez para conformar el dueto más esperado de la noche. No podíamos creer que Britney Spears y Rihanna estuvieran juntas en el mismo escenario, y cuando vimos a Spears aparecer en medio de gemidos entendimos por qué fué que se unieron para formar el remix de esta canción: La sensualidad que las ha caracterizado desde el inicio de sus carreras.
La leyenda y el nuevo fenómeno pop calentaron la noche, con un baile sensual sobre una plataforma tan pequeña que no podía exigir más. El juego de almohadas y el ver a Britney divertirse al lado de Rihanna al final de su presentación fué el deleite del público que las observaba, incrédulos de lo que pasaba.