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Un juez ha dictado una sentencia de alejamiento de al menos un kilómetro de distancia de Lana Del Rey en contra de dos fanáticas suyas rusas, según dicen, a raíz de una petición hecha por la propia artista quien aduce estar siendo constantemente hostigada por ellas, hecho que la ha obligado a contratar a un guardaespaldas a tiempo completo en pro de su seguridad. Las inculpadas, ya en su momento, habían obligado a Del Rey a mudarse de su anterior residencia al haber recibido esta muestras de acoso de su parte. Sin embargo, tiempo después, Lana notó que el cambió de vivienda no había sido impedimento para que sus "fans" siguieran persiguiéndola. De hecho, el par ya conocía su nueva dirección y habría llegado a ella con el fin dudoso de acampar en sus inmediaciones.